agosto 09, 2010

Creciendo en fe

Cuando naciste, tus padres hicieron todo por ti. Te alimentarno cuando tuviste hambre, te abrazaron cuando llorabas, se encargaron de darte todo lo que necesitas para que crecieras sano y fuerte. Los nutrientes que estabas recibiendo de una forma milagrosa se convertían en músculo haciéndote crecer.
Dios nos dio la fe, pero se nos ha encargado hacerla crecer. El dilema radica en ¿Qué tipo de comida se le da a la fe? La biblia es clara de cuál es nutriente de fe: "Así que la fe viene como resultado de oír ml mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo." Romanos 10: 17.
Si con sólo oír la palabra de Dios estamos alimentando nuestra fe, el estudiarla y meditar en ella sería como inyectar super nutrientes. Te animo a que lo intentes. No importa cuántos años tengas de caminar con Dios, te animo a que hagas éste experimento. Saca un tiempo donde no tengas ninguna interrupción, por lo menos una hora. Ámate con tu biblia, un diccionario, una concordancia y un cuaderno. Escoge un tema, por ejemplo la fe. Busca versículos que hablen de la fe, estudia su contexto, escribe tus descubrimientos; cualquier palabra que no entiendas, busca su significado en el diccionario. El resultado de éste experimento es que al final de ésta linda sesión vas a notar una gran diferencia en tu espíritu. Te vas a sentir fuerte, revitalizado. Hazlo y verás que es cierto.
La fe necesita ser alimentada de la misma forma que cuidas tu cuerpo y tu mente. Recuerda lo que dice ese famoso refrán "alimenta tu fe y veráz como tus dudas se mueren de hambre".
Bendiciones joven...!

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